Corrían los años 60 cuando el presidente chino Mao Zedong anunció el inicio de una nueva revolución, la cultural proletaria. En aquellos tiempos, una mujer, Tu Youyou (hoy tiene 81 años) comenzaba también su propia revuelta personal y profesional. Su único fin: tratar de dar un 'giro' a la terapia de una de las enfermedades infecciosas que más personas mata cada año, la malaria.
Su país, en 1967, puso en marcha el llamado Proyecto 523, una iniciativa clandestina militar para resolver el problema universal de la resistencia de la malaria a los fármacos. La investigadora, nacida el 30 de diciembre de 1930 en Ningbo, era una de ellas. Así es como empezó una búsqueda que culminó con éxito y que le acaba de valer el premio Albert Lasker 2011. Logró el desarrollo de artemisina, un fármaco que la Organización Mundial de la Salud recomienda como parte de la terapia inicial de la patología.
La artemisina, también conocida como qinghaosu, ha formado parte del arsenal terapéutico de los herboristas chinos durante más de mil años como tratamiento de la dermatitis o los síntomas de la malaria. Sus primeras referencias bibliográficas hay que buscarlas en el libro 'Cincuenta y dos Prescripciones', desenterrado de las tumbas de la dinastía Han en Mawangdui, Changsha, provincia de Hunan.
Su uso antipalúdico fue descrito por primera vez en el 'Manual Chino de Prescripciones para Tratamientos de Emergencia', editado a mitad del siglo IV por Ge Hong. La receta describe que había que exprimir la planta y mezclarla con zumo y agua para su administración soluble.
Ququie Bassat, del Centro de Investigación en Salud Internacional Barcelona del Hospital Clínic de la ciudad condal, reconoce que el "tratamiento clásico de la malaria siempre ha sido con fármacos derivados de las plantas como es el caso de la quinina. Las artemisinas se empleaban desde hace miles de años en infusiones. Actualmente no se han logrado fármacos con la fórmula al 100%. Pese a ello es eficaz".
La profesora Tu Youyou, matriculada en la Universidad de Pekín en 1952, donde estudió en el departamento de Farmacología en el que se graduó en 1995, y especialista en medicina tradicional, se encargó de buscar el posible remedio contra la malaria en manuales y recetas con más de 5.000 años de antigüedad.
Fuente y artículo completo:
http://www.elmundo.es/
:
No hay comentarios:
Publicar un comentario