14/4/09

Descubrir el Qi


Podemos definir el concepto de Qi como la sustancia esencial del Universo. Nuestro cuerpo asimila este Qi de tres fuentes principales: de la herencia genética, de los alimentos y del aire. La cantidad, la calidad y el correcto flujo del Qi por nuestro organismo nos permitirán disponer de un eficiente sistema inmunológico que garantizará la defensa de nuestra salud. En caso de enfermedad el Qi también será quien podrá recuperar nuestro bienestar y el correcto funcionamiento del organismo.

El primer paso de un practicante de Qi Gong debe ser el de tomar consciencia del Qi, es decir, ser consciente de su existencia, de su naturaleza y de los beneficios que nos aporta. El Qi no puede verse pero si que puede sentirse y los ejercicios de Qi Gong también nos permiten aumentar nuestra sensibilidad para poder sentir físicamente el Qi.

Para iniciar una primera toma de contacto con el Qi describiremos un sencillo método práctico que podemos ir siguiendo a través del vídeo publicado.

1. En la posición inicial empezaremos con una breve meditación para serenar nuestra mente y hacer una primera toma de contacto con el Qi. Inspiraremos y exhalaremos suavemente por la nariz, es importante practicar la respiración abdominal. Mientras inspiramos imaginaremos que el Qi (puede ser una luz blanca) entra por nuestra coronilla y llega hasta nuestro Dantien inferior (zona del ombligo) al espirar visualizamos como la energía de nuestro Dantien se expande por nuestro cuerpo. El tiempo de este ejercicio puede ser al principio de dos minutos.

2. El segundo ejercicio tendrá el objetivo de poner nuestro Qi en movimiento y para ello podremos realizar el primer ejercicio de la serie de Qigong Shibashi. Al principio podemos realizar una serie de 20 repeticiones. Es importante seguir el mismo ritmo que en el vídeo, inspirando al levantar los brazos y espirando al bajarlos. Mientras realizamos el ejercicio estaremos relajados y concentrados en todo lo que pasa en el interior de nuestro cuerpo.

3. El tercer ejercicio tiene el objetivo de poder sentir el Qi entre nuestras manos como si fuera un globo que podemos contraer y expandir. Iremos siguiendo aproximadamente los movimientos del vídeo pero con mucha autonomía. Cuando sintamos la energía entre las manos, que será parecido a sentir la densidad del aire, nos concentraremos en esa sensación y practicaremos el movimiento que la produce.

Este es un primer método para sentir el Qi y ponerlo en movimiento. El Qi puede sentirse en nuestro organismo de muchas maneras distintas: tensión en palma de las manos, hormigueo en pierna o piel, calor, pequeñas descompresiones en meridianos, lagrimeo, aumento de sensibilidad (picor) en puntos de acupuntura…

Es aconsejable realizar este ejercicio en silencio o con música suave.

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