Autor: Dr. Marcos Díaz Mastellari
Por su alta incidencia entre los países y personas que han alcanzado cierto nivel económico, especialmente en las condiciones sanitarias de los países desarrollados, la hipertensión arterial ha ido cobrando cada vez más importancia, no solo como causa de morbilidad, sino por su papel creciente en la mortalidad.
Pero en la milenaria medicina china, no existió ni existe la hipertensión arterial. Este síndrome es una categoría específica de la Medicina Occidental Moderna.
¿Por qué no podía existir? Por dos razones harto evidentes.
1) Porque no contaban con esfigmomanómetro.
2) Porque en MTCh, cuando se clasifica un paciente, que es decir diagnosticar, se atiende a los cambios del organismo como totalidad y no a los de un aparato, sistema, región o estructura.
Cuando se clasifican las personas en las que se pueden constatar cifras elevadas de presión arterial desde la perspectiva de los síntomas y signos que reconoce la MTCh, los diagnósticos probables son, por lo menos, trece:
1) Deficiencia de Yin de Riñón
2) Agitación del Viento Interno por Exceso de Yang de Hígado
3) Ascenso Anormal por Hiperactividad del Yang de Hígado
4) Hiperactividad del Fuego de Hígado
5) Deficiencia de Yin de Hígado y Riñón
6) Deficiencia de Yin y de Yang de Hígado y Riñón
7) Estancamiento de Sangre de Corazón
8) Incomunicación de Corazón y Riñón
9) Estancamiento de Qi de Hígado
10) Insuficiencia de Esencia de Riñón
11) Deficiencia de Sangre de Hígado
12) Obstrucción por Flema-Fuego de Corazón
13) Lesión por Flema de la Vesícula Biliar
A estos habría que añadir que, a los trastornos que no están asociados al factor patógeno “Flema”, éste se les puede asociar como consecuencia, por lo general, de un deterioro de las funciones de Bazo y Estómago. Si además tenemos en consideración las posibles combinaciones de estos desequilibrios entre sí y con otros, será evidente que la gama de afecciones a enfrentar será considerable.
Sin embargo, una simple ojeada a este conjunto de trastornos nos permite identificar que en la mayoría, ya como trastorno inicial, ya como consecuencia de su evolución, es factible encontrarnos frente a trastornos en los que predominan dos grupos de lesiones:
1) lesión por plenitud calurosa o exceso de Yang
2) lesión por calor por vacío o deficiencia del Yin
Cuando se habla de exceso de Yang, generalmente se vincula con el Yang o Fuego de Hígado y, cuando se habla de deficiencia de Yin, lo más frecuente es vincularlo con el Yin de Riñón. Debido a los estrechos vínculos en la fisiología y en la patogenia entre estos dos Zang y el Bazo, no es difícil reconocer la posibilidad de que al desequilibrio se le puedan añadir manifestaciones del Jiao Medio tales como Humedad y Flema.
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