Un naturópata alemán alivia el daño a un paciente de Cefalea de Horton · El enfermo quería quitarse la vida, tomaba quince pastillas diarias y le habían tratado varios neurólogos durante casi doce años
A Sherif le habían tratado varios neurólogos sin resultado, llegando a tomar casi una quincena de pastillas diarias, "pero no se me quitaba el dolor y sólo quería morirme. Cuando me daba el dolor quería estar solo, que no me diera la luz, no escuchar la radio ni ver la televisión. Cada vez era peor, me daba golpes en la cabeza y chillaba mucho -recordaba angustiado este paciente egipcio nacionalizado español que lleva veinte años viviendo en Almería- mi mujer entraba en la habitación preguntando qué hacía con los vecinos por los gritos que yo daba y sólo le respondía que se aguantasen, porque el dolor era insoportable.
"Desde la primera sesión con las agujas noté la mejoría, sólo tenía molestias durante algunos minutos y tras mes y medio con dos sesiones semanales no me duele nada. He vuelto a nacer. Ahora estamos intentando venir a la consulta sólo una vez a la semana. Mi mujer quiere poner la historia en internet para que todos la conozcan, porque mucha gente no sabe qué hacer. Me ha cambiado la vida", resume risueño Sherif su mejoría. Por su parte el doctor Wittke ha explicado que si todo va bien y no vuelven los dolores, con un total de 15 ó 16 sesiones habrá terminado el tratamiento.
La cefalea en racimos o cefalea de Horton, es un tipo relativamente raro de cefalea que se presenta en forma de ataques y cuya severidad le ha dado el nombre de 'dolor de cabeza suicida'. Se considera que este dolor es uno de los más intensos que puede sufrir el ser humano.
Artículo completo: El Almeria.es
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