El ser humano se caracteriza por su capacidad de sentir. Por este motivo debe explorar nuevas sensaciones para percibir más intensamente lo que le rodea y tomar conciencia de sí mismo. Los especialistas nos abren la puerta a los sentidos.
Tocar y ser tocado
Como nos explica Cristina Álvarez Reinares en su libro La piel como frontera. Tocar, sentir, ser, el temor al tacto ha sido la premisa de gran parte de la conducta humana. "Es evidente que las actitudes hacia el tocar o no tocar emergen desde las profundidades de las creencias, costumbres y hábitos arraigados en los pueblos." Para Guillermo Ferrara, director de la Escuela Internacional de Tantra Yoga y Masaje Holístico, "tocar equivale a sentir, y si una persona no siente, no está viva, vegeta. Y los rostros tristes vienen porque pasan días y la gente no se toca ni es tocada". Por eso es importante dar abrazos largos, dar la mano, besar... Este autor de numerosos libros, entre ellos. Manual de masaje holístico y El arte del tantra, nos habla también de los beneficios del masaje, que nos reconecta con la sensualidad natural que hemos perdido por la educación. "El masaje es un lenguaje existencial, no hay intelecto ni palabras. Y ése es el beneficio más grande, el silencio de la mente. Aunque tiene más utilidades, como el aumento del placer, visión de la propia vida, relajación, apertura de las energías bloqueadas, aumento de las sensaciones, reconexión con el cuerpo..." De hecho, el masaje holístico que enseña este especialista busca que la piel y el tacto sean un puente para abrir espiritualmente a alguien, abrir el corazón, los sentimientos y, sobre lodo, la visión placentera de la vida. Somos seres sensuales, inteligentes, sexuales, y nuestros cinco sentidos más el sexto, que es interno, se deben estimular y abrir de par en par. Para iniciarnos, este estudioso nos propone abrazarnos a nosotros mismos y después compartir el tacto con quien se sienta afinidad y atracción. Más información: www.elartedeltantra.com
Fuente y artículo completo: Quiero Saber Como
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