Todos hemos oído hablar de alquimia y alquimistas que buscaban la piedra filosofal y poder trasmutar el plomo en oro. Pero hay que decir que aunque existieran estas personas, la alquimia no deja de ser una metáfora en la cual lo que verdaderamente se quiere trasmutar es el plomo interior, es decir la personalidad para crecer interiormente.
Los taoístas también buscaban esta trasformación a la que llamaban inmortalidad y para ello se basaban en los fundamentos de la MTC .
El clásico Wen Tze, escrito por un discípulo de Lao Tze, dice:
" Por lo tanto, el objetivo de la alquimia interna es situar es situar al espíritu firmemente al mando, como gobernador de la vida, para restaurar, conservar y controlar la fuerza vital de la energía, especialmente el Yuan Qi , la energía primordial.”
El texto médico taoísta “La Clasificación de las Terapias”, declara " El espíritu es sostenido por la energía, la energía se deriva de la transformación de la esencia. La esencia se transforma en energía y la energía se transforma en espíritu."
Este último párrafo resume muy claramente la base de la “Alquimia Taoísta” en la cual se enseña que primero debemos fortalecer el Jing (refinar el Jing) y trasformarlo en Qi. Después deberemos aprender a convertir el Qi en Shen (nutrir el Shen). Por último este Shen energizado será el que nos permitirá gobernar la parte emocional de nuestra personalidad, conservar la salud y conseguir longevidad.
Para saber más: El Tao de la salud, el sexo y la larga vida. de Daniel Reid
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