Sonreír es una gran herramienta para la curación interior: libera endorfinas que estimulan el sistema inmunitario. La meditación taoísta de la Sonrisa Interna permite activar el amor por el propio cuerpo. Aplicada a los órganos sexuales resulta efectiva para fortalecerlos. Practícala con regularidad:
- Relájate y respira profundamente sentada en postura de meditación.
- Con los ojos cerrados lleva la atención a las plantas de los pies. Siente la conexión con la tierra y la energía que atraviesa tus pies, asciende por las piernas y llega hasta tu abdomen.
- Visualiza un rostro radiante a un metro de distancia. Sonríe y siente esta energía amorosa que entra por el tercer ojo.
- Sonríe a tu ombligo y siente que la energía radiante desciende por la parte frontal de tu cuerpo hacia tu centro abdominal, a unos 4 centímetros por detrás del ombligo. Si colocas la palma ahuecada a la altura del ombligo recibirás más fácilmente la cascada de energía que se desprende de tu rostro radiante.
- Tócate el corazón con las puntas de los dedos. Sonríele e imagina que se abre como una rosa floreciente de amor. Siente cómo irradia esta energía por todo tu cuerpo.
- Vuelve a llevar energía amorosa a tu ombligo y siente cómo fluye hasta él desde el corazón.
- Sonríe a tus órganos genitales mientras te tocas el vientre y la pelvis con las manos. Siente tu útero, ovarios y clítoris plenos de energía y amor en tu interior. Siente amor por tus genitales.
- Lleva la energía amorosa de tus órganos sexuales a tu ombligo. Haz girar la energía de los mismos mezclándola con la energía del corazón. Comienza en el centro del ombligo y visualiza una espiral que primero gira hacia fuera y luego hacia dentro. Para favorecer su absorción puedes mover la energía frotándote el abdomen con la mano.
Fuente: Revista Namaste
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