Un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Massachusetts concluyó que la meditación profunda durante 27 minutos diarios produjo cambios en las zonas del cerebro asociadas con la memoria, la empatía y el estrés, después de 8 semanas .
Se demostró que aparte de las mejoras cognitivas de aquellos que practican la meditación profunda, con la relajación se observa también un cambio en las zonas cerebrales, según el informe publicado por dicha Universidad.
"Aun cuando la práctica de la meditación está relacionada con un sentido de tranquilidad y relajación física, los médicos han afirmado durante mucho tiempo que la meditación también proporciona beneficios cognitivos y psicológicos que persisten durante todo el día", dice Sara Lazar, doctora del Programa de investigación en Neuroimagen Psiquiátrica del Hospital Massachusetts y autora principal del estudio, que fue publicado en la Edición del 30 de enero de Psychiatry Research: Neuroimaging.
"Es fascinante ver la plasticidad del cerebro y que, mediante la práctica de la meditación, podemos jugar un papel activo en el cambio del cerebro y podemos aumentar nuestro bienestar y calidad de vida", dice Britta Hölzel, doctora autora principal del artículo.
Participaron en el estudio 16 personas, que se hicieron un scanner cerebral 2 semanas antes y 2 semanas después. Las imágenes de la Resonancia Magnética de las estructuras cerebrales de estas personas mostraron un incremento de la densidad de la materia gris en el hipocampo (zona del cerebro del aprendizaje y la memoria), y en las estructuras asociadas con la auto conciencia, la compasión y la introspección.
Actualmente la meditación se ha constituido en una gran herramienta para disminuir la ansiedad, mejorar nuestra salud y dar bienestar, aumentando la capacidad de percepción externa e interna.
Deriva de la raíz latina “mederi”, que significa: curar, sanar, remediar. Sus grandes beneficios se van descubriendo a medida que se practica en forma continuada, disciplinada y con dedicación.
El objetivo es despertar nuestra sabiduría interna, desarrollar la armonía, las relaciones con nosotros mismos y con los demás.
Fuente y artículo completo: "La Gran Época"
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