El Taichí (arte marcial interno) fue desarrollado hace miles de años en la China Imperial. Originalmente se utilizaba para la lucha cuerpo a cuerpo o con armas, en la actualidad es considerado como un sistema de gimnasia o de kinesiología, el estudio científico del movimiento humano. El Taichí que puede ser muy saludable para el cuerpo y además incentiva el desarrollo de la personalidad y la meditación.
Lo bueno del Taichí
La práctica del taichí tiene diferentes estilos y escuelas que practican distintos ejercicios, los más básicos consisten en movimientos cíclicos ininterrumpidos, lentos y relajados, son ejercicios de postura, respiración y meditación. Los beneficios corporales del Taichí están relacionados con la relajación del cuerpo y la distención de las articulaciones, con esta práctica se mejora poco a poco la postura del cuerpo para evitar sobrecargas en ciertos puntos y prevenir males posteriores, sobre todo en las articulaciones.
De acuerdo con la medicina tradicional de China, la energía vital, conocida como ‘chi’ (Qi) por los chinos y como ‘prana’ por los yoguis, fluye continuamente por la naturaleza y la interrupción de su libre flujo en el cuerpo humano es la base de trastornos físicos y psicológicos. El Taichí es una práctica con la que es posible controlar y utilizar esa energía para el bienestar personal. El Taichí ha sido uno de los métodos más utilizados por los budistas para fortalecer la salud y para llevarla hacia la perfección mediante la búsqueda del equilibrio.
La práctica del Taichí
El maestro Julio Chang Shi Jhao, Representante Internacional en Perú de Tai Chi Chuan Wu y fundador de la Comisión Nacional de Kung Fu del Perú, considera que el Taichí significa “fin supremo”, es decir, que está buscando la realización del ser a través del sistema, de la respiración y el movimiento. El maestro afirma que muchos de sus discípulos han presentado significativas mejorías mediante la práctica del Taichí y además les ha eliminado el estrés.
“El otro día una persona vino con un fuerte dolor en el pecho. En la segunda semana desde que empezó a practicar el Taichí, desaparecieron sus dolores. Qué fue lo que pasó: pues que sencillamente actuó el sistema. A través de su respiración, la persona fue soltando toda su musculatura, todo su sistema nervioso, en una palabra se fue liberando. La sangre empezó a fluir mejor en todo su cuerpo, entonces lógicamente empezó a sentir mejoría”, afirmó Chuan para medios de comunicación.
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