Medicina china
La medicina china es una de las especialidades más antiguas de la medicina biológica. Tiene una gran posibilidad de acierto diagnóstico por medio de la medición de los pulsos chinos, los cuales le cuentan con una gran certeza al médico los desbalances que sufre el paciente. Además tiene la capacidad de complementar el diagnóstico con la rueda de los cinco elementos: tierra fuego, madera, metal y agua.
Dentro de la medicina tradicional china encontramos diferentes disciplinas: digitopuntura, fitoterapia, aromaterapia, naturismo, iridología, auriculoterapia, cromoterapia, reflexología, oligoelementos y moxibustión, entre otras, que hacen a esta medicina muy completa y abarcante. Las dietas y los masajes son muy importantes dentro del estilo de vida de ese pueblo. La moxibustión es una de las terapias fundamentales de la medicina china. Previene y trata enfermedades mediante los puntos energéticos, los cuales podemos moxar, es decir darles calor con la planta artemisa, que se prensa y se pone en forma de tabaco o se pega directamente a la piel. Desde hace miles de años estas terapias se utilizan en China por su gran eficacia y resultado en la recuperación de muchas enfermedades y diferentes desbalances.
Energía flotante
Se considera al cuerpo humano un microcosmos que debe vibrar armónicamente con el macrocosmos en el que vivimos de manera natural. El agua mantiene en equilibrio la salud y garantiza el buen funcionamiento del organismo, e incluso tiene que ver con la parte estética, pues mantiene la piel hidratada y sana y ayuda a eliminar las toxinas y algunos componentes que el cuerpo no necesita.
Cuando se la combina con rosas tiene múltiples virtudes como ser beneficiosa para el cuerpo y la mente, antiséptica, tónica y suavizante, y de múltiples beneficios médicos, y se la puede utilizar y preparar de muchas maneras. El té de rosas o bien el extracto de éstas actúa sobre el hígado o el bazo y favorece la circulación de la sangre. Ayuda en los trastornos menstruales regulando su actividad, mejora el ritmo cardíaco, es astringente y se la utiliza con buenos resultados en las diarreas.
Las rosas son tonificantes del sistema nervioso. Podemos darnos cuenta de que tienen acción tanto externa como internamente.
La artemisa
Usos terapéuticos: Para dolores y regulación de los ciclos menstruales y como emoliente, aperitivo, estomacal, digestivo, vermífugo, desinfectante del tracto intestinal, sedante, antiepiléptica, y lo más importante, como reguladora del sistema de transmisión nervioso del cuerpo. También regula la temperatura corporal y la vitalidad de cada órgano, sin olvidar lo maravillosa que es para los desbloqueos energéticos.
La artemisa es una de las plantas griálicas más poderosas; planta iniciática y reveladora de las claves del saber perdido. Debe su nombre a la diosa griega Artemisa, la gran protectora de la mujer, cuyos ritos más secretos estaban basados en las fuerzas ocultas de la madre Tierra. Planta alquímica por su estrecha relación con las energías telúricas y griálicas, fue la gran protagonista de la mayoría de los rituales y cultos dedicados a la diosa Artemisa. Ella protegía a las mujeres encintas, y como diosa de la caza y reina de los animales del bosque se la representó portando un arco y un carcaj lleno de flechas. Sus más antiguas iconografías la muestran como divinidad de la naturaleza animada y de la fecundidad. Las fiestas dedicadas a esta diosa recibían el nombre de artemisias. La más importante se celebraba en Éfeso, en honor de la Artemisa asiática, en el mes que llevaba su nombre (artemisión) correspondiente al que los atenienses llamaban elafebolión, en el equinoccio de primavera.
La artemisa es utilizada para alegrar a los bebés (también puede emplearse para las personas mayores que sean irritables y difíciles). La tradición mágica considera un excelente recurso: colgar un ramito de artemisa en la cuna y quemar en la habitación un poco (muy poco) de la planta, como incienso, pues además de quitarles “todo enfado” resulta una gran protectora. Aunque no negamos sus magníficas cualidades en este sentido, también tenemos que advertir que no es infalible ciento por ciento, pero digamos que la energía de la artemisa potencia y favorece un ambiente de buenas vibraciones.
La artemisa es esa planta mágica que en medicina nos ayuda a que el paciente entre en un desbloqueo de los tres cuerpos: mente, cuerpo y espíritu, para así poder tener un excelente resultado con los tratamientos que posteriormente se utilizarán
Usos terapéuticos: Para dolores y regulación de los ciclos menstruales y como emoliente, aperitivo, estomacal, digestivo, vermífugo, desinfectante del tracto intestinal, sedante, antiepiléptica, y lo más importante, como reguladora del sistema de transmisión nervioso del cuerpo. También regula la temperatura corporal y la vitalidad de cada órgano, sin olvidar lo maravillosa que es para los desbloqueos energéticos.
La artemisa es una de las plantas griálicas más poderosas; planta iniciática y reveladora de las claves del saber perdido. Debe su nombre a la diosa griega Artemisa, la gran protectora de la mujer, cuyos ritos más secretos estaban basados en las fuerzas ocultas de la madre Tierra. Planta alquímica por su estrecha relación con las energías telúricas y griálicas, fue la gran protagonista de la mayoría de los rituales y cultos dedicados a la diosa Artemisa. Ella protegía a las mujeres encintas, y como diosa de la caza y reina de los animales del bosque se la representó portando un arco y un carcaj lleno de flechas. Sus más antiguas iconografías la muestran como divinidad de la naturaleza animada y de la fecundidad. Las fiestas dedicadas a esta diosa recibían el nombre de artemisias. La más importante se celebraba en Éfeso, en honor de la Artemisa asiática, en el mes que llevaba su nombre (artemisión) correspondiente al que los atenienses llamaban elafebolión, en el equinoccio de primavera.
La artemisa es utilizada para alegrar a los bebés (también puede emplearse para las personas mayores que sean irritables y difíciles). La tradición mágica considera un excelente recurso: colgar un ramito de artemisa en la cuna y quemar en la habitación un poco (muy poco) de la planta, como incienso, pues además de quitarles “todo enfado” resulta una gran protectora. Aunque no negamos sus magníficas cualidades en este sentido, también tenemos que advertir que no es infalible ciento por ciento, pero digamos que la energía de la artemisa potencia y favorece un ambiente de buenas vibraciones.
La artemisa es esa planta mágica que en medicina nos ayuda a que el paciente entre en un desbloqueo de los tres cuerpos: mente, cuerpo y espíritu, para así poder tener un excelente resultado con los tratamientos que posteriormente se utilizarán
Fuente: Revista Diners
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