Tras cumplirse el 20 de julio de 2009, 10 años del comienzo del genocidio a los practicantes de Falun Gong por parte del partido comunista chino, a muchos les surge de nuevo la misma pregunta - ¿por qué un gobierno quiere perseguir a una práctica espiritual que requiere que las personas sean verdaderas, buenas y tolerantes? Naturalmente es difícil de entender.
David Matas, un abogado canadiense de derechos humanos y co-autor de un informe sobre sustracción ilegal de órganos de practicantes de Falun Gong en China , dice que se puede entender mejor comprendiendo el sistema bajo el cual vive el pueblo chino.
“El partido comunista chino (PCCh), sin otras razones aparentes más que la paranoia totalitaria, ve a Falun Gong como una amenaza ideológica para su existencia”, afirma. “Sin embargo, objetivamente, Falun Gong es sólo un juego de ejercicios con un componente espiritual”
El ex líder chino Jiang Zemin, iniciador de la persecución a Falun Gong, ilustra la extensión de esa paranoia. En una carta escrita en 1999 pero publicada recién en 2006, el entonces dictador cuestionaba la popularidad de Falun Gong y una manifestación pacífica de miles de practicantes en Zhongnanhai, centro de liderazgo en Beijing, el 25 de abril de 1999, que buscaba garantías para el libre ejercicio de Falun Gong sin acoso del régimen.
El dictador Jiang Zemin utilizó aquella manifestación para engendrar la persecución. “¿Tiene Falun Gong una conexión en el extranjero con Occidente? ¿Hay algún experto planeando y dirigiendo este evento? Esta es una nueva señal a la que tenemos que dar una gran importancia. El período sensible ha llegado. Tenemos que tomar medidas efectivas para prevenir que cosas similares sucedan de nuevo”, escribió Jiang.La carta fue más allá, apuntando a otros dos aspectos con el fin de argumentar el inicio de la persecución total: la gran cantidad de seguidores de Falun Gong, como grupo nacional, en todas las áreas de la sociedad; y su carácter religioso (contradictorio con el ateísmo del partido comunista).
El mismo criterio puede ser utilizado para explicar por qué católicos clandestinos y seguidores del budismo tibetano (fuera del Tíbet) son también perseguidos.
La carta del dictador Jiang continúa diciendo, “He enfatizado muchas veces que necesitamos sofocar lo que parece ser el comienzo de una tendencia desagradable”.
Según faluninfo.net (sitio oficial de información de Falun Gong), muchos han buscado la responsabilidad de la persecución en aquella manifestación pública del 25 de abril, pero la persecución ya había comenzado aproximadamente tres años antes. En realidad, fue debido a la hostilidad y manipulación del régimen que 10.000 practicantes fueran a peticionar a Zhongnanhai ese día.
Falun Gong era la mayor práctica de qigong en China, con una adherencia estimada entre 70 y 100 millones (mayor cantidad que los miembros del partido comunista), pero no fue la única práctica de qigong prohibida.
La disciplina Zhong Gong, que afirmaba tener 30 millones de seguidores, también era popular durante los años ´90. No era acosada y sus líderes intentaron duramente complacer al régimen, auspiciando una cantidad de ceremonias oficiales para el PCCh, incluidos el aniversario del cumpleaños número 100 del nacimiento de Mao Zendong y los 60 años de “la Marcha Larga de la Armada” del partido comunista. Sin embargo, también fue prohibida el mismo día que Falun Gong.
“Nueve comentarios sobre el partido comunista chino” , un libro sobre la violenta historia del PCCh (editorial de Da Jiyuan), argumenta que la persecución a Falun Gong es una continuación de las campañas violentas que el PCCh ha utilizado para recordar a la población el control que ejerce. Cita a Mao Zendong cuando afirmó una vez que China debía tener una ‘Revolución Cultural’ cada 7 u 8 años, y hace notar que desde los años ´50 efectivamente no ha pasado una década que no tuviera una violenta campaña estatal en contra de las masas.
David Matas dice que el asunto de fondo es que los principios del Falun Gong –Verdad, Benevolencia y Tolerancia– son lo más amenazante para el régimen.
“Cualquiera que crea en alguno de estos principios representa un problema para el gobierno del partido comunista, un régimen cruel, represivo y deshonesto. Decenas de millones de chinos creyendo en estos tres principios debe darle escalofríos al partido”.
Todo el mundo sabe, dice el Sr. Matas, que, “La peor pesadilla de un gángster es una persona honesta”.
Fuente: La Gran Época
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