El Chi Kung justamente lo que nos ayuda es a conectar. A tomar conciencia de que tenemos un cuerpo y que debemos ser amistosos con él. No nos olvidemos que nos va a acompañar por el resto de nuestra estadía en la tierra. La conexión tiene que ver también en reconocer todos nuestros centros vitales, como la mente, ahora no como el dirigente autoritario, sino como una parte importante como lo son las otras. A reconocer nuestras emociones y a nuestro espíritu. Este reconocimiento no es de manera teórica sino que se logra en el transcurso de las prácticas. Es una vivencia directa, en profundidad y sintiéndonos ahora como un conjunto inseparable. Sentir la comodidad corporal es algo así como recordar a nuestro cuerpo cuando éramos niños y nuestra energía era plena.
Desde la primera clase uno ya vislumbra un cambio, todo el mundo sale tranquilo, sereno, "estamos" y nos sentimos como un "ser". Prevalece una sensación de no "se necesitan muchas cosas para estar bien". Y esa calma se logra porque le dimos un relax a la mente, cosa que el resto del cuerpo agradece infinitamente…
Artículo completo: Esmok
No hay comentarios:
Publicar un comentario