Al oír la palabra "cama de acupuntura" la mayoría de la gente inmediatamente piensa en un indú tumbado sobre una cama de cristales afilados y cortantes mientras sobre él se observan pesados bloques de hormigón, y todo ello, para el divertimento del público que se aglomera a su alrededor.
Sin embargo, la realidad es otra. La cama de clavos, también llamada de acupuntura, tiene su origen en el misticismo indú y ha sido utilizada en la práctica de la sanación y meditación. Hoy en día, se ha reinventado en una forma más moderna, como un colchón con más de 6.000 puntas de plástico, inofensivo para la piel, pero con todos los beneficios curativos de su legendario antepasado.
Sus beneficios
Es una excelente ayuda en el auto-tratamiento y así estimular la energía en el cuerpo. Ayuda al cuerpo a deshacerse de toxinas, por lo que es importante beber mucha agua después de cada sesión. Funciona de forma similar a la acupuntura, la presión de los clavos sobre la piel puede ayudar a la liberación de endorfinas del cuerpo, proporcionando una sensación de alegría, energía y paz interior. Todo el mundo reacciona de manera diferente a la cama de acupuntura, y los efectos pueden incluso variar de vez en cuando; puede hacer que te sientas cansado, hambriento, feliz, alerta. Muchas personas experimentan sentimientos de felicidad debido a la relajación y la temperatura corporal y su uso continuado puede aliviar problemas de: dolor de cabeza, estreñimiento, estrés, cansancio, tensión, dolores de espalda, dolores musculares y malestar general. Además, puede reducir la aparición de la celulitis gracias a la creación de un mayor flujo de sangre en el área indicada.
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